En ningún lugar como en casa...
Siempre me han gustado las historias con un mundo en el que todo es posible, en el que sólo tú pones límites con tu imaginación. Será por eso que soy una enamorada de 'Alicia en el país de las maravillas','Peter Pan', 'Matrix', 'Big fish' o 'El señor de los anillos'. Y 'Amèlie' me cautivó desde el principio, desde que la protagonista creía que los discos de vinilo se hacían como las crêpes...
A esta lista tengo que añadir esta hermosa historia, 'El mago de oz'. Todos la conocemos, hemos soñado con seguir ese camino fantástico de baldosas amarillas hacia Ciudad Esmeralda, una ciudad donde todo es verde, del color de la esperanza; y seguro que más de uno hemos tatareado el 'Somewhere over the rainbow', ¿verdad?.
Dorothy se encuentra con un espantapájaros sin cerebro, un hombre de hojalata que no tiene corazón y un león sin valentía. Y todos ellos van a ver al mago de oz a ciudad esmeralda perseguidos por la terrible bruja del Norte...
-Iré a ver al mago de oz me dé un cerebro o no.
-Sois los mejores amigos del mundo. Es curioso, parece como si ya os conociera de hace tiempo. Pero no puede ser, ¿verdad?.
-No creo que estuvieses cuando me rellenaron (espantapájaros)
-Y yo he estado allí tirado durante mucho tiempo... (hombre de hojalata)
-No consigo acordarme...Pero de todos modos no tiene importancia, el caso es que ya nos conocemos, ¿verdad?.
Aquí reside el encanto de esta historia sobre el arcoiris, que por muy feliz que seamos mientras surcamos los senderos de la imaginación en un mundo maravilloso fabricado a medida, siempre echamos de menos lo que dejamos atrás, y por eso el recuerdo de las personas que queremos no se borra jamás, y las volvemos a introducir en nuestra imaginación: Porque las necesitamos.
Y precisamente ese es el motivo de que siempre aparezcan las ganas de volver a casa, de chocar los chapines de rubíes, porque siempre aparece la nostalgia. Tarde o temprano. Por eso,"En ningún lugar como en casa...".
A esta lista tengo que añadir esta hermosa historia, 'El mago de oz'. Todos la conocemos, hemos soñado con seguir ese camino fantástico de baldosas amarillas hacia Ciudad Esmeralda, una ciudad donde todo es verde, del color de la esperanza; y seguro que más de uno hemos tatareado el 'Somewhere over the rainbow', ¿verdad?.
Dorothy se encuentra con un espantapájaros sin cerebro, un hombre de hojalata que no tiene corazón y un león sin valentía. Y todos ellos van a ver al mago de oz a ciudad esmeralda perseguidos por la terrible bruja del Norte...
-Iré a ver al mago de oz me dé un cerebro o no.
-Sois los mejores amigos del mundo. Es curioso, parece como si ya os conociera de hace tiempo. Pero no puede ser, ¿verdad?.
-No creo que estuvieses cuando me rellenaron (espantapájaros)
-Y yo he estado allí tirado durante mucho tiempo... (hombre de hojalata)
-No consigo acordarme...Pero de todos modos no tiene importancia, el caso es que ya nos conocemos, ¿verdad?.
Aquí reside el encanto de esta historia sobre el arcoiris, que por muy feliz que seamos mientras surcamos los senderos de la imaginación en un mundo maravilloso fabricado a medida, siempre echamos de menos lo que dejamos atrás, y por eso el recuerdo de las personas que queremos no se borra jamás, y las volvemos a introducir en nuestra imaginación: Porque las necesitamos.
Y precisamente ese es el motivo de que siempre aparezcan las ganas de volver a casa, de chocar los chapines de rubíes, porque siempre aparece la nostalgia. Tarde o temprano. Por eso,"En ningún lugar como en casa...".
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Tharsis -